El México de hoy
Era 20 de septiembre, abrí mis ojos con dolor, la noche anterior no había dormido nada, me dolía el alma, no lo podía creer, aún pensaba que era un sueño y necesitaba despertar de esa pesadilla. Mi correo tenía decenas de mensajes, uno de ellos nunca lo olvidaré: “Alejandro, encontramos a mi hermano, mil gracias por difundir el mensaje” y comencé a llorar, mi mente me engañó por un momento pensando que, había sido sólo una de esos falsos recuerdos de los cuales quieres librarte.